Declaración de Fé

  1. Dios es eterno, omnisciente, omnipresente, omnipotente, y el creador y sustentador del universo. Romanos 1:20; 1 Timoteo 1:17, Hebreos 4:14; 1 Corintios 1:25; Hechos 17:27; Lucas 1:37; Apocalipsis 19:6; Hebreos 1:2-3.
  2. Dios desempeña su deidad en tres personas: Padre, Hijo (Jesucristo) y Espíritu Santo. Mateo 3:16-17; 28:19; Juan 14:26.
  3. Jesucristo es el unigénito hijo de Dios. Fue engendrado del Espíritu Santo y nació de una virgen. Así que, es el Hijo de Dios según el Espíritu y el Hijo del Hombre según la carne. Fue crucificado por nuestros pecados y resucitó de los muertos por el poder de Dios para nuestra justificación. Ascendió a la diestra de Dios de donde vendrá otra vez con sus millares de ángeles y santos para juzgar a todos lo que le han rechazado y para recompensar a los santos con la vida eterna. Lucas 1:26-35; Gálatas 1:4; Romanos 4:24-25; Hechos 1:10-11; Mateo 25:32.
  4. El Espíritu Santo convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio. Él lleva a cabo el nuevo nacimiento en el pecador arrepentido. Él mora en los creyentes y los llena de su fruto. Él dirige los asuntos de los creyentes, es decir, la iglesia, y reparte sus dones en completa armonía con la Palabra de Dios. Juan 16:8; Juan 3:5; Gálatas 5:22-23; 1 Corintios 12:11.
  5. La Biblia es el infalible, completo, y último mensaje de Dios, escrito por hombres inspirados por el Espíritu Santo. En ella Dios revela sus atributos divinos y el designio de su voluntad para los hombres. 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:21.
  6. El tema central de la Biblia es Cristo y su iglesia. Todas las leyes del Antiguo Testamento se cumplieron en Cristo. Las enseñanzas del Nuevo Testamento son las normas de vida para el pueblo de Dios en todas sus generaciones. Todas sus promesas y profecías de la Biblia abarcan el plan de Dios para su iglesia. Mateo 5:17, Lucas 16:16; Juan 12:48.
  7. Toda la raza humana es hecha a la imagen de Dios y es estimada igual a los ojos de Dios. Además, todos han desobedecido a Dios y por naturaleza son pecadores. Merecen la condenación eterna, pues la paga de sus pecados es muerte. Génesis 1:27; Romanos 5:12; Romanos 6:23.
  8. El único rescate para el hombre de su estado caído es la propiciación de Cristo. No hay salvación en ningún otro nombre o mediador. Los niños son inocentes. Por lo tanto, están seguros en la gracia de Cristo hasta que lleguen a la edad de tener la capacidad de entender su culpabilidad ante Dios. 1 Juan 2:2; Hechos 4:12; 1 Timoteo 2:5; Lucas 18:16-17.
  9. La Palabra de Dios exige una vida santa. El creyente ama a Dios sobre todas las cosas. Por eso, se aparta del pecado y de las modas del mundo. el no resiste al que es malo, sino que ama a sus enemigos y les hace el bien. El no anda conforme a este siglo, sino conforme a la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. 1 Pedro 1:15-16; Romanos 12:1-2; 1 Pedro 4:2-3; Mateo 5:38-48.
  10. La iglesia es el cuerpo espiritual y esposa de Cristo. Cristo la compró por su sangre y él es su cabeza. Los miembros son personas nacidas de nuevo que guardan todos los mandamientos de Nuevo Testamento. La iglesia tiene la obligación de enseñar y cumplir todas las cosas que manda la Palabra de Dios. Ella recibe y bautiza solamente a personas que creen en Jesús y que dan frutos de un verdadero arrepentimiento. La iglesia disciplina a los miembros errantes y desobedientes. Si éstos no se arrepienten los expulsa de la congregación. Efesios 1:22-23; Hechos 20:28; Mateo 7:21-23; Mateo 28:20; Hechos 2:41; 1 Corintios 5:7; Mateo 18:17.
  11. La ciudadanía del creyente está en los cielos. Él no se une en yugo desigual con el mundo en la política, en los negocios, ni en el matrimonio. Filipenses 3:20; 2 Corintios 6:14-18; Juan 18:36; 1 Corintios 7:39.
  12. El hogar cristiano funciona bajo el orden de Dios. El marido es el responsable del liderazgo, y la esposa se sujeta a él. Ambos tienen la obligación de educar a sus hijos en el temor de Dios y de enseñarlos a respetar la autoridad. 1 Corintios 11:3; Efesios 5:22-23; 6:4.
  13. Hay dos destinos. El cielo es la herencia eterna y gloriosa preparada para los fieles en Cristo. Pero lo que desobedecen a Dios tendrán su parte en el lago de fuego con el diablo y sus ángeles por la eternidad. 2 Tesalonicenses 1:6-10; Mateo 25:46.
  14. Habrá una resurrección de justo e injustos. Todos los sepulcros de la tierra y del mar darán sus muertos para ser juzgados según lo que hicieron en vida, sea bueno o sea malo. No queda ninguna remisión de pecados después de la muerte. Hechos 24:15; Apocalipsis 20:12-13; 2 Corintios 5:10.